Me inscribí a un Workshop gratuito sobre cerveza. La verdad, no sabía qué esperar. Era en una microcervecería que queda en la parte occidental de Bogotá. Me emocionaba ir al punto de fábrica y ver toda la maquinaria detrás de la preparación de esta bebida. Llegué y entré al lugar. Era un espacio un poco frío y reducido, habían unas tantas sillas dispuestas y un televisor al fondo. Se llenó rápidamente el espacio unos minutos después de la hora a la que nos habían citado. Cuando estábamos todos, empezamos.

El televisor dio inicio a mostrar unas diapositivas, acompañadas con poco texto, con imágenes de apoyo y subtítulos divertidos que funcionaban como una segunda voz detrás del orador. Nos contaron un poco sobre la historia de la cerveza y cómo es una bebida que se ha fabricado ya por varios años, muchos años. Quizá lo que tomamos en este momento no se parece nada a lo que era hace dos milenios.

Fuimos avanzando en temas y, para contarnos la diferencia entre una cerveza artesanal y una industrial, empezamos a ver los elementos de cerveza. Es bonito escuchar hablar a una persona que está apasionada por un tema. En este caso, escuchar a alguien que hace cerveza. Alguien que maneja los ingredientes para cocinar, que entiende el proceso. Alguien que hace magia y al hacer un sancocho de agua, levadura, maltas y lúpulo y, al momento de servirlo, te da una cerveza.

La experiencia, se sentía inmersiva, se sentía como estar en una exposición didáctica sobre qué saber cuando se habla de cerveza artesanal. El expositor explica que a veces se encontraba con personas que hablaban de cultura cervecera, pero que percibía que esto no estaba en el común. Creo que él tiene la razón. En general, cuando hablo con personas, ellas no saben qué ingredientes hay en la cerveza o cómo describirla. Y workshops como estos le dan herramientas a personas del común para saber un poco más de lo que están consumiendo. Pueden entender que es algo que tiene un proceso, una historia y una tradición.

Quiero agradecer a la A la lata Brewing Service, por abrir espacios así. Cuando pude hablar con ellos, me di cuenta que quieren crear esta cultura cervecera. Hacer más workshops. Abrir espacios para difundir conocimiento sobre cerveza.  Eso es maravilloso porque permite que muchas personas que les gusta la cerveza, como a mí, puedan conocer más y conocerse entre sí. Espero que estos espacios se sigan abriendo y que más personas se animen a estar allí. Para que todos los cerveceros, desde los que les gusta tomar la cerveza de un estilo en específico hasta los que están en la BJCP o Cicerone, puedan tener una comunicación más abierta. Que la cerveza artesanal se democratice, y que les recuerde que la cerveza es para todos.