Más sobre Daikon

Soy Daikon y me gusta la cerveza. No fue un amor a primera vista ni al primer sorbo. No recuerdo cómo inició esa relación. Sólo sé que ese gusto adquirido ya tiene más de diez años y que nunca se ha ido. No sé cuál fue la primera cerveza que probé, pero si sé que en los primeros años la Poker era la que podía comprar con presupuesto de estudiante y que era la que más me gustaba. Así empecé.
En la actualidad, la Poker me sigue gustando, asimismo otras cervezas que no tenía en el mapa en ese momento. Uno de los otros amores que apareció después fue la Grolsch. Por el amargor, el golpe y el sabor. Todo. Creo que este fue el primer momento en el que empecé a hablar de “cuerpo” en una cerveza.
No todas las cervezas son iguales. No todas las personas que toman cerveza son iguales. Creo que la cerveza fue un común denominador en los encuentros sociales al crecer. No importaba qué tan distintos eran los personajes que se encontraban en el espacio, probablemente tenían una en la mano.
Hace unos años, empecé a tomar regularmente cerveza artesanal. Es un universo nuevo. Cada vez que crees conocer muchos estilos, te das cuenta que hay muchas más. En este momento, estoy enamorada de las Sour. Algunas son más ácidas, otras saben a la sal del mar, otras son agrias y te hacen sentir un hormigueo eléctrico que te atraviesa. Cada una es distinta, cada casa cervecera hace su propio experimento y se la juega al preparar una nueva. Es un universo en un vaso, una lata, en una botella.
Es un universo de diferencia. Si te tomas una cerveza artesanal en vidrio, metal o cerámica, los sabores se realzan o se opacan. Es impresionante cómo cambian. Y la forma del vaso también importa: cambia completamente el juego. Estoy enamorada de este universo de infinitas posibilidades.
¿Y por qué escribo? Escribo porque me gusta. Porque quiero contarle a los demás sobre este universo, que no se queda dentro de la copa o dentro de la receta. La cerveza se transforma en un elemento que une a la gente. Es un mundo por descubrir y qué mejor forma de llevar registro de las experiencias que se viven con y alrededor de la cerveza, sino desde la escritura. Al fin al cabo, es por la escritura que tenemos historia, ¿no? Por poner en palabras lo que no está dicho.
Soy consciente de no saberlo todo. Sé mi escritura va a estar sesgada desde donde estoy parada y soy consciente que mi forma de descubrir este universo está ligado fuertemente a mi condición social, cultural, geográfica y a mis lazos con otras personas. De hecho, gracias a esas personas que son weak ties es que puedo conocer más el mundo. Mi científico social, me permite explorar este mundo desde lo sensorial a lo social: me invita a entrar en él y compartir mis resultados. Estoy decidida contar mi lado de la historia e invitar a más personas a ser parte de ella.
Daikon
